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Infórmate sobre el compromiso de tu banco con el cambio climático. Puedes preguntárselo directamente, mirarlo en su web o ver si figura en listas como estas: Global Alliance for Banking on Values, Certified B Corp banks, Partnership for Carbon Accounting Financials, o esta lista de la experta en finanzas climáticas Marilyn Waite. Si tu banco no está comprometido con la lucha contra el cambio climático, plantéate cambiarte a otro que sí lo esté. Busca recursos en Internet que puedan ayudarte a hacer el cambio, como BankForGood en Estados Unidos o Switch It en el Reino Unido.

Si tienes un fondo de pensiones, tu ahorros para la jubilación o inversiones personales en fondos, averigua dónde está invertido tu dinero. Si puedes, pide que cambien tus inversiones de los sectores que contaminan con mucho carbono por alternativas más respetuosas con el clima. Si estás aportando a un plan de jubilación en el trabajo, pide que hagan un cambio similar a través de tu empresa.

Si tienes otros fondos personales, comprueba que tus ahorros no estén contribuyendo a la inversión en combustibles fósiles y a la deforestación mediante herramientas de búsqueda como Fossil Free Funds y Deforestation Free Funds (en EE. UU.) o Le Label ISR (en Francia). Si quires invertir en fondos respetuosos con el clima, échale un vistazo al análisis de Morningstar.

Si tienes acciones, confirma que la empresa esté comprometida con objetivos basados en datos científicos y entérate de qué calificación tienen en el ESG de MSCI y el Índice del Clima. Si quires invertir en bolsa, Carbon Collective ha identificado más de cien compañías que crean soluciones climáticas, desde energía solar hasta baterías, aislamiento de casas y otros. Si necesitas ayuda en la gestión de tu patrimonio, comprueba que la persona que elijas esté comprometida con cero emisiones o elige gestores especializados centrados específicamente en el clima, como son Carbon Collective o Earthfolio.

Cuando eliges bancos, acciones y fondos conscientes del cambio climático y que comparten tus valores, tu dinero trabaja entre bastidores apoyando lo que a ti te importa. Es una decisión de la que debes estar orgulloso/a, que incluso podría ayudarte con tus ahorros. Hay estudios que demuestran que las empresas sostenibles y bien gestionadas tienen, en muchos casos, más posibilidades de tener un mejor rendimiento a largo plazo.

Cuantos menos recursos financieros se destinen a los combustibles fósiles y la deforestación, más dinero se inyectará en las economías verdes y tendremos menos contaminación de carbono. Las cifras son difíciles de calcular, pero algunos expertos sugieren que cambiar de inversiones puede ser 21 veces más eficaz para reducir tu huella de carbono que dejar de viajar en avión, suprimir la carne de tu dieta o pasarte a energías renovables (eso no quiere decir que dichos pasos no sean importantes, solo asegúrate de que tu dinero ayude a hacer tus esfuerzos más eficaces y no todo lo contrario).